Argumento: Charles
Oakley (Joseph Cotten) es un hombre perseguido por la policía que se refugia en
la casa de Emma Newton (Patricia Collinge), su hermana, y la familia de ésta en
un pequeño pueblo californiano. Su sobrina (Teresa Wright), llamada Charlie en
su honor y quien siente una especial afinidad por Charles, inicia su propia
investigación acerca de la verdadera naturaleza de su tío tras la llegada de
dos detectives (MacDonald Carey y Wallace Ford).-
Frecuentemente se
menciona que esta era la película
favorita de Mr. Hitchcock entre todas sus obras y al verla resulta fácil intuir
que si esto no era exactamente así, al menos debió estar entre sus predilectas.
Aquí la trama, las locaciones, la elección de los planos y sobre todo las
actuaciones se combinan a la perfección para lograr una gran película. La
sombra de una duda representa, además, un hito en la filmografía de Mr.
Hitchcock en cuanto a la complejidad de los personajes retratados.-
Una de las primeras cosas
que notamos en esta película es la gran habilidad de Mr. Hitchcock para contar
una historia a través de las imágenes, desarrollada a través de su trabajo en
el cine mudo en Inglaterra y Alemania. Así, la primera secuencia de la película
nos muestra la poco glamorosa área de Filadelfia en la cual se aloja Charles
mediante una serie de planos cada vez más cortos y más próximos a la pensión
que habita, hasta que finalmente lo vemos recostado en su cama fumando un
cigarro (un eco de esta secuencia dará comienzo a Psycho – Psicosis – diecisiete años después). Con su primera
aparición aprendemos mucho sobre su personalidad sombría y advertimos que se
encuentra en una situación límite, aunque todavía le queda un resto de fuerzas
para seguir huyendo.-
La secuencia inicial
es duplicada unos minutos después en el pueblo de Santa Rosa, California, en
donde vive la familia Newton. Santa Rosa es mostrado como un lugar apacible e
idílico y, significativamente, el primer habitante al que conocemos es el
sonriente policía que dirige el tránsito. Sin lugar a dudas, aquí reina el
orden y la cordialidad y la llegada del tío Charlie supone una alteración a
este estado de cosas. Mr. Hitchcock expresa esta idea al momento de mostrarnos
el arribo del tren a la estación: la locomotora arroja un humo negrísimo y
proyecta sobre el andén una sombra que parece devorarlo todo. La familia
Newton, por su parte, también es presentada en forma visual: cada integrante
tiene su momento y personalidad definida y el realismo y calidez con que se
retrata a todo el grupo hace recordar a la familia de la protagonista en
“Inocencia y juventud” (1937).-
Mencioné en
comentarios anteriores que a Mr. Hitchcock le gustaba provocar en los
espectadores dilemas morales al colocarnos del lado del villano durante algún
segmento de película. En La sombra de una duda lleva ese principio más lejos al convertir a su protagonista en un
villano. Y es que, como descubrimos a poco de comenzada la película, el tío
Charlie no es el “hombre equivocado”.
Ahora bien, la corrupción de Charlie es indirectamente atribuida a un trauma de
la niñez pero él no es el único personaje desviado. En cuanto la joven Charlie
enfrenta a su tío, su propio lado oscuro empieza a aflorar, llegando a amenazarlo
de muerte cuando aquél se niega a irse del pueblo. Para este punto en la
película, con todos aquellos comentarios acerca de lo parecidos que son el tío
y la sobrina y cómo cada uno parece leer la mente del otro, bien podemos
preguntarnos cuánto de la perversión de Charlie fue heredado por su sobrina, o
en todo caso, cuánto podrá la joven Charlie adentrarse en el mundo oscuro de su
tío sin degradarse. En su camino, la muchacha descubre el lado perverso de
quienes la rodean: la afición de su padre (Henry Travers) a los crímenes
comienza a repugnarle y su primera incursión en un local nocturno le revela una
versión menos afortunada que ella de la joven mujer americana. Incluso su
romance con Jack Graham está contaminado por la influencia de Charlie…
La sombra de una duda es, además de un ensayo acerca de la
ambigüedad moral de las personas, un excelente ejemplo del buen uso de la
escenografía. La escalera interior enfrentada a la puerta de entrada permite al
director cubrir mayor espacio en una misma toma, por ejemplo cuando muestra a
la joven Charlie, a su madre y a los dos detectives saliendo de la casa (por
cierto, en un gran detalle Mr. Hitchcock “atraviesa” la puerta de calle
mientras retrocede para dar paso al grupo) o cuando la muchacha puede ver desde
el exterior de la casa a su tío “ganando” a su hermana Ann (Edna May Wonacott)
al cargarla hacia el piso superior. La casa también provee elementos que son
utilizados dramáticamente cuando, entre otros, la misma escalera permite que un
Charlie entusiasmado por la captura de un falso culpable súbitamente se voltee
y vea a su sobrina parada fuera de la casa, mirándolo, empequeñecida por la
perspectiva pero a la vez ocupando todo el espacio de la puerta: para Charles
no habrá escapatoria ni seguridad mientras la joven Charlie sepa la verdad…
Las actuaciones en
esta película son, sin excepción, entre muy buenas y brillantes. Joseph Cotten está increíble: puede ser encantador, despreciable, amenazante y ¿hay algo más escalofriante que esa mirada directa al espectador cuando suelta su discurso sobre las viudas de la grandes ciudades? Junto a Teresa Wright compone la relación tío – sobrina en el delicado límite entre
el afecto familiar y la seducción que no llegará a concretarse. Ambos manejan,
además, un amplio rango de emociones y en esto se les suma Patricia Collinge
(quien fue, según se dice, la autora de la escena entre Teresa Wright y
MacDonald Carey en el garaje). Éste último no recibió muchos elogios por parte
de Mr. Hitchcock en su imprescindible diálogo con François Truffaut, y debo
reconocer que como galán no tiene suficiente peso específico frente a Joseph
Cotten, pero hay algo en la falta de confianza en sí mismo que proyecta que me
resulta apropiado para el detective enamorado que encarna. Henry Travers crea
un personaje adorable como un padre un poco ajeno a lo que sucede en su propio
hogar y ¡qué decir de los niños Edna May Wonacott y Charles Bates! Finalmente,
Hume Cronyn por poco no logra el papel del vecino de los Newton, Herb, por ser
demasiado joven (nada que un poco de maquillaje no pudiera remediar).
Mayormente es una presencia calma y dulce en la película pero últimamente me he
preguntado sobre su vida en el hogar, con su afición por los asesinatos que
“parecen accidentes” y su madre recluida en casa. Tal vez el querido Norman
Bates (de Psicosis, ya saben) no sea el único que guarda un secreto…
El cameo de Mr.
Hitchcock puede verse en la escena en la que Charles Oakley finge estar enfermo
en el tren que lo conduce a California. El director juega al rummy con una
pareja mayor, de espaldas a la cámara.-
La sombra de una duda
fue editada en DVD en Argentina integrando la serie llamada “Colección Hitchcock” (otros títulos disponibles,
editados en forma individual, son Saboteur
– Saboteador – Rope – La soga – Rear window – La ventana indiscreta – y Vertigo – Vértigo – entre otros). La
calidad de imagen y sonido es perfecta, los subtítulos excelentes y, como cada
título de la colección, viene con un documental muy interesante dirigido por
Laurent Bouzereau, con subtítulos en español.-
Qué peliculón y qué ganas de volver a verla (hace mucho que no la echo un vistazo). Cómo me gusta Joseph Cotten y la verdad es que está increíble como tío Charlie, qué gran personaje. Como siempre, me despiertas las ganas de volver a verla.
ResponderBorrarHace poco hubo una película que tenía una fuerte relación e inspiración con La sombra de una duda (además de otras referencias)..., de hecho, también está protagonizada por un tío Charlie... y hay una relación inquietante con su sobrina... y es la maravillosa STOKER de Park Chan-wook.
... Y es que Hitchcock nunca deja de estar presente.
Beso
Hildy
Por cierto, me encantaría saber tu opinión sobre otra aparición de Cotten en película de Hitchcock, Atormentada (Under Capricorn). Lo sé, soy una impaciente. Pero fue uno de mis últimos descubrimientos de su filmografía y me gustó bastante... esa mezcla entre REBECA y CUMBRES BORRASCOSAS... Ay, Cotten...
ResponderBorrarBesos
Hildy
Querida Hildy, ya tomé nota de Stoker. Y hablando de variaciones sobre Hitchcock, leí que harán una remake de "Extraños en un tren" o "Pacto siniestro". Sólo espero que sea buena, como "Un crimen perfecto" de Andrew Davis y no como la remake de "Psicosis", por favor...
BorrarRespecto a "Atormentada", confieso que debí revisitarla antes de contestarte, porque sólo la he visto dos veces en los últimos veinte años y tenía un recuerdo muy vago. La verdad es que se me hizo un poco cuesta arriba y no ayuda que mi DVD sea el peor de la historia. Pero yendo al punto, me gustó la forma en que Cotten hace muy poco durante gran parte de la película (no encontré un equivalente en español a "underplay"), excepto cuando está frente a Henrietta. Entonces sí le vuelve el alma al cuerpo y es muy conmovedor ver todo ese amor contenido y golpeado por tantas desventuras. Te dejo suspirando por Cotten, jaja.-
Un beso grande, Bet.-
¡Gracias por volver a verla, querida Bet! ¿Sabes otra de las cosas que me gustan de ATORMENTADA? Que para mí Hitchcock también cuenta como nadie historias de amor fou o amores imposibles, y esta es una de ellas. Porque el maestro del suspense contó como nadie historias sobre el poder destructivo del amor o el amor como perdición. Por eso me gusta ATORMENTADA u otra de sus películas (que ni siquiera le gustaba a él pero a mí me fascina), El proceso Paradine o la propia Vértigo...
ResponderBorrarAy, Bet, que tú y yo nos perdemos hablando de cine y de Hitchcock ya ni te cuento. Qué buenas cosas me estás haciendo volver a mirar de sus películas o cómo estoy descubriendo lagunas que me quedaban de su filmografía.
Besos
Hildy
Estoy pensando en otras historias de amores destructivos, como "Encadenados" (una de mis favoritas), "Marnie" e incluso "La soga", con esta pareja en donde el personaje de Franley Granger es "corrompido" por el de John Dall. Y en "El proceso Paradine" no hay nadie que salga bien parado, todas las historias de amor son también historias de destrucción (la que me resulta más atrapante es la del juez y su esposa). Ciertamente, Hitchcock era un maestro del romance y me pregunto si esa era su mirada o tal vez la de la Sra. Hitchcock...
BorrarYo siento lo mismo que vos leyendo tu blog, que por supuesto es inmenso al lado de mi pequeño trabajo, y confío en que seguiremos saltando de una película a otra y perdiéndonos hablando de cine. No está nada mal, si uno se va a perder hablando de algo, ¿no?
Un beso grande, Bet.-