jueves, 2 de abril de 2015

Spellbound (Recuerda, Cuéntame tu vida) – 1945

Nota: ¡Atención! Es imposible siquiera empezar a hablar de esta película sin cometer spoilers, así que quienes no la hayan visto sepan que voy a arruinar la sorpresa de muchos de los giros del argumento.-

Argumento: La Dra. Constance Petersen (Ingrid Bergman), una médica psiquiatra del Instituto Green Manors, se enamora rápidamente del nuevo director, el Dr. Edwardes (Gregory Peck). En poco tiempo descubre que su amado es en realidad J. B./John Ballantine, un hombre amnésico que tomó el lugar del verdadero Dr. Edwardes, a quien cree haber asesinado. Constance, convencida de su inocencia, se propone curarlo. Paralelamente, se inicia una investigación policial por la muerte del Dr. Edwardes, y J. B. es señalado como principal sospechoso. Entonces la pareja emprende una huida en el transcurso de la cual Constance espera poder desentrañar el misterio escondido en la mente de su enamorado.-

Spellbound es señalada frecuentemente como la primera película hollywoodense sobre psicoanálisis. Es también una de las primeras en reflejar las consecuencias psicológicas de la guerra en los ex combatientes de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, yo creo que estos elementos no constituyen tanto el tema de la película como un McGuffin, es decir, el dispositivo que hace avanzar la trama.-

Dentro del repertorio de Mr. Hitchcock, esta película constituye una suerte de fusión entre el estilo gótico y las aventuras del inocente en fuga. El estilo gótico es definido por Charles Ramírez Berg y Thomas Schatz en los extras del DVD que comento con una frase que me gusta mucho: dicen que trata sobre una mujer en problemas, que está enamorada del problema. Este estilo fue abordado por el director en películas como Rebecca (Rebeca, una mujer inolvidable), Suspicion (Sospecha), Notorious (Encadenados, Tuyo es mi corazón), Under Capricorn (Atormentada, Bajo el signo de Capricornio), Marnie (Marnie, la ladrona) y en cierta medida, Shadow of a doubt (La sombra de una duda) y Vertigo (Vértigo). En cuanto al “inocente en fuga”, en este caso encontramos el aditamento de que la persecución no sólo es externa, en la medida en que el protagonista es perseguido por la policía, sino también interna ya que J. B. no busca al verdadero culpable en un tercero – como el típico héroe hitchcockiano – sino en su subconsciente. Inclusive en un punto de la trama, todo nos lleva a considerar que tal vez J. B. sea el verdadero culpable…

Mr. Hitchcock comienza su película en una forma bastante convencional desde lo visual, aunque ello no significa que esté relajado. La forma que elije para presentar a los personajes y establecer el tono de la película es muy planificada. En primer lugar conocemos a la Dra. Petersen. Ésta es mostrada durante los primeros minutos con planos medios o generales, desde una cierta distancia. Su vestimenta y peinado severos contrastan con los de su primera paciente, una femme fatal interpretada por Rhonda Fleming. Cuando el Dr. Edwardes/J. B. aparece en escena, su personaje cambia drásticamente – se enamora por primera vez y a primera vista – y entonces el director comienza a dedicarle primeros planos, permitiendo que los espectadores nos acerquemos a Constance tanto objetiva como subjetivamente. Algunas escenas después, cuando Constance visita al Dr. Edwardes en su dormitorio, Mr. Hitchcock alterna entre los puntos de vista subjetivos de sus dos protagonistas y es interesante observar que a medida que los personajes se acercan entre sí y que los planos se hacen
más cortos, Ingrid Bergman mira ligeramente hacia arriba y a su derecha, lo cual le da un aspecto soñador y enamorado; pero Gregory Peck mira directamente hacia la cámara y ello no deja de resultar inquietante y amenazador. Luego ambos se besan por primera vez, y aquí encontramos el famoso plano de las puertas que se abren superpuesto a la imagen en “cámara lenta” de los protagonistas (este efecto será reproducido nueve años después en Rear window – La ventana indiscreta – en el también famoso beso entre James Stewart y Grace Kelly). A partir de aquí Mr. Hitchcock introducirá cada vez mayor número de tomas que representan el estado mental de los personajes, especialmente de J. B., hasta llegar a otra célebre secuencia: la del sueño, diseñada en colaboración con Salvador Dalí.-

Además existen en Spellbound numerosos planos verdaderamente magistrales, en los cuales Mr. Hitchcock explota su habilidad para llamar nuestra atención sobre detalles cruciales en escenas en apariencia anodinas. Tal es el caso de la escena en la cual Constance y J. B. viajan en tren hacia el Valle Gabriel: mientras almuerzan, Constance habla de sí misma y de la forma en que el amor hizo que resolviera sus inhibiciones y represiones. Ello podría dar lugar a una escena romántica, pero Mr. Hitchcock alterna los planos de una Constance jovial con el rostro perturbado de J. B. Luego nos deja ver que la mirada de J. B. está fija en el cuchillo de mesa de Constance. Ella, sin cambiar de tema, advierte el detalle y aparta el utensilio.-

Unas escenas antes, Constance y J. B. habían buscado refugio en la casa del Profesor Brulov (Michael Chekhov), el mentor de la protagonista. Ambos fijen ser un matrimonio en su luna de miel y comparten la habitación. En medio de la noche J. B. se despierta y decide afeitarse, pero la visión de un baño totalmente blanco lo trastorna. Navaja en mano se dirige en trance hacia el dormitorio en donde Constance duerme bajo un cubrecama con líneas verticales que parecen apuntar directamente hacia la garganta de la protagonista. J. B. se demora un instante y luego sale de la habitación para encontrar al Profesor Brulov en su estudio. En un brillante plano pendular, Mr. Hitchcock sigue a Brulov mientras se levanta y sirve un vaso de leche a J. B., sin perder nunca de vista la navaja. De nuevo, el diálogo es totalmente irrelevante y toda nuestra atención está centrada en un objeto sobre el cual los personajes parecen no reparar. Esta secuencia termina con una especie de fundido a blanco muy particular: se trata de una toma subjetiva desde la boca de J. B. en donde el nivel de la leche que bebe sube hasta cubrir toda la pantalla.-

No quiero arruinar el final de la película, pero en la penúltima escena podemos ver otro de los recursos memorables utilizados por Mr. Hitchcock, constituido por una mano gigante construida especialmente para producir el disparo de un revolver que apunta directamente al espectador. Luego de que se jala el gatillo, el director intercala un cuadro de color rojo en esta película que, aclaro para quienes no la hayan visto, es en blanco y negro.-

El uso del sonido también es destacable en Spellbound. La banda sonora estuvo a cargo de Miklos Rozsa quien diseñó un recurso particular para representar los colapsos nerviosos de J. B., una suerte de zumbido constante que resulta bastante perturbador para el espectador.-

En cuanto a su estructura, Spellbound recupera en mucho el espíritu de Thirty – nine steps (Treinta y nueve escalones), en el sentido en que nunca descansa pero logra, a mi criterio una mayor fluidez entre los distintos segmentos. No percibo aquí la existencia de “episodios” como los que componen aquélla y es posible que esta cohesión haya sido lograda por la unión de los personajes principales durante los dos primeros actos mientras que Treinta y nueve escalones cuenta, básicamente, las aventuras de un único protagonista en diferentes contextos. Constance y J. B. sólo serán separados al finalizar el segundo acto cuando la policía dé con ellos y detenga al protagonista. En un nuevo ejemplo de economía en el cine, Mr. Hitchcock evita demorarse en filmar el juicio y condena a J. B. y se limita a una sucesión de planos de Constance sobre fondos indefinidos (un recurso muy similar a este será utilizado nueve años después para resumir el juicio de Margo en Dial M for murder – La llamada fatal, Con M de muerte).-

En el comienzo del tercer acto, todo parece perdido. J. B. será ejecutado, Constance está de regreso en Green Manors pero ya no volverá a ser la misma profesional impermeable de antes, y el Dr. Murchinson (Leo G. Carroll), antiguo director del Instituto del cual no hemos hablado, recuperó su cargo a pesar de haber sufrido un colapso nervioso en el pasado. Sin embargo, Mr. Hitchcock aún guarda un as debajo de la manga para lograr la resolución de la historia: Constance todavía no dedujo el significado del sueño de J. B., en el cual se esconde el enigma del asesinato del verdadero Dr. Edwardes… El final de la película hace que, en rigor de verdad, Spellbound sea un whodunit, es decir una historia en la cual el misterio radica en la identidad del criminal. Después de que Constance descubre quién mató al Dr. Edwardes la película acaba rápidamente. Tan sólo queda tiempo para un breve colofón que nos muestra que la pareja se ha reunido y marcha hacia su verdadera luna de miel.-

Las actuaciones en Spellbound son absolutamente brillantes. Se trata de la primera colaboración con Mr. Hitchcock tanto para Ingrid Bergman como para Gregory Peck. No creo que pueda decir algo que no sea obvio acerca de Ingrid Bergman, no sólo era hermosa sino que además era una actriz muy poderosa para las escenas dramáticas y encantadora en las más ligeras. En cuanto a Gregory Peck, si bien no soy una gran admiradora, debo decir que aquí me gusta mucho. Truffaut le dedica palabras muy duras en su conversación con Mr. Hitchcock, y éste no se detiene en defenderlo. Yo encuentro que, por el contrario, expresa los procesos internos complejos que atraviesa su personaje
en una forma que es fácilmente identificable para el espectador lego. Por otro lado, logra mucha espontaneidad en las escenas románticas, algo que no siempre encontramos en la pantalla. El resto del reparto también es notable. Leo G. Carroll maneja con precisión la ambigüedad de su personaje, a través de pequeños detalles que el espectador puede reinterpretar en un segundo visionado. Norman Lloyd vuelve a trabajar con Mr. Hitchcock luego de su papel en Saboteur (Sabotaje, Saboteador) en un rol pequeño pero importante para el avance de la trama y Michael Chekhov está magnífico como el viejo profesor que expresa la voz de la razón al plantear que Constance bien podría estar equivocada al proteger a J. B.-

El cameo de Mr. Hitchcock puede verse en un punto bastante avanzado de la película: cuando Constance va hacia Nueva York para encontrar a J. B. en su hotel, el director sale de un ascensor fumando un cigarro.-


Spellbound fue editada en DVD en Argentina bajo el título “Cuéntame tu vida”, conjuntamente con The wrong man (El hombre equivocado), pero esa no es la versión que yo vi. Yo recomiendo la versión importada editada en 2008 conjuntamente con otras siete películas presentadas como “Ocho obras maestras del maestro del suspense”. El box set se completa con The Lodger (El enemigo de las rubias) Sabotage, Young and innocent (Inocencia y juventud), Rebecca (Rebeca), Lifeboat (Ocho a la deriva, Náufragos), Notorious (Tuyo es mi corazón) y The Paradine case (El proceso Paradine, Agonía de amor). La calidad de la imagen y el sonido es excelente, tiene subtítulos en español y los contenidos especiales son muy interesantes, aunque carecen de subtítulos.-

4 comentarios:

  1. ¡Querida Bet, no nos vamos a pelear por Gregory Peck! Ja,ja,ja, a mí es que me fascina este actor. Creo que alguna vez te he comentado que una de mis películas es MATAR A UN RUISEÑOR y ahí está el señor Peck. Hasta cuando era un anciano venerable y se convierte en ese interesante personaje real que fue Ambrose Bierce en GRINGO VIEJO... me enamora. O en esa comedia romántica que convierte Roma en la ciudad del enamoramiento, VACACIONES EN ROMA. O como caradura y pendenciero vaquero en DUELO AL SOL y por supuesto en sus papeles con el maestro del suspense... Ay, (aquí visualiza mi cara suspirando..., je,je,je).

    Una vez más, leo tu interesante análisis de RECUERDA y dejas de nuevo al descubierto como Hitchcock era un virtuoso en su manera de contar historias a través de imágenes que se quedan siempre en la retina.

    Tengo un libro que se centra sobre todo en las aportaciones de Dalí y sus relaciones con Hollywood y claro gran parte es tan solo dedicada a la escena del sueño de RECUERDA. El libro es una pasada y se titula Dalí y el cine.

    Me ha encantado la frase que destacas de los comentaristas de los extras: "una mujer en problemas, que está enamorada del problema". Y es que así como bien explicas sacamos otro de los motivos temáticos del director (aquí como especificas con el de falso culpable). Pero ¡si es que Hitchcock posee un universo tan increíble...!

    Besos
    Hildy

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    1. ¡Hola querida Hildy! Tal vez me expresé mal, no quise decir que no me gustara mucho Peck sino que no conozco su trabajo lo suficiente como para tener una opinión (de todos modos, aunque viera su filmografía completa, no creo que llegara a disputártelo, mi corazón pertenece por completo al Sr. Gene Kelly, en todas sus formas y edades, jaja).-
      Tomo nota del libro sobre Dalí y el cine. Aquí sí puedo afirmar que no me gusta mucho su obra, yo siempre llego tarde a todos lados y eso hace que no me guste mucho la pintura del siglo XX en adelante, pero sí me gusta mucho leer sobre cine así que me anoto para este libro. Y también para más películas de Peck. Solamente una vez pude ver "Matar a un ruiseñor" y no la recuerdo muy bien (la dieron en la tele hace unos años y la vi con el resto de la familia hablando alrededor, así que no fue en las mejores condiciones) y hace mucho que quiero ver "Vacaciones en Roma" y no lo consigo...
      Ya comencé a trabajar con la próxima película, "Notoroius" y ¡esa sí es la peli gótica de Hitchcock por definición! Si alguien está en problemas, es su protagonista. ¿Verdad que es una frase excelente aquella que cito?
      Un beso grande, Bet.-

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  2. La frase es excelente y me atrevería a decir que "Notoroius" es una de mis películas favoritas de Hitchcock..., así que esperaré con deleite y ansia tu seguro magnífico texto...

    Besos
    Hildy

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    1. ¡Gracias querida Hildy! Yo también esperaba ansiosa llegar a esta película y viéndola ahora siento que estoy redescubriéndola. ¡Es maravillosa! ¡Besos!

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