sábado, 29 de marzo de 2014

Rich and strange (Lo mejor es lo malo conocido) – 1932


Argumento: Fred (Henry Kendall) y Emily Hill (Joan Barry), un joven matrimonio inglés, recibe una importante suma de dinero y parte en un viaje marítimo, en busca de aventuras. Una vez embarcados, ambos son atraídos hacia otras personas: Emily es cortejada por el Sr. Gordon (Percy Marmont) mientras que Fred gana la atención de una provocativa princesa (Betty Amann). Cuando sus aventuras románticas fracasan y el dinero se ha acabado, Fred y Emily emprenden el camino a casa en un barco que naufraga. Son rescatados por una embarcación china y finalmente logran volver a Inglaterra.-

Esta película está claramente dividida en tres partes. La primera es pura comedia: Fred sufre una serie de peripecias en su regreso a casa desde el trabajo y cuando piensa que está enfrascado en su frustración, recibe una suma de dinero de parte de una tía acaudalada. La joven pareja se embarca rumbo a Francia, descubre Paris, asiste asombrada a un espectáculo de cabaret y se embriaga. Luego continúan viaje hacia Oriente. Fred sufre de mareos y Emily recibe los galanteos inocentes de Gordon, mientras una solterona se empeña en reclamar la atención de éste último.-

Una vez que Fred se recupera, comienza la segunda parte de la película, que tiene un tono diferente. Aquél comienza a coquetear abiertamente con la princesa, empujando a Emily hacia los brazos de Gordon. La comedia ha quedado atrás y abre paso al drama romántico. Emily sufre por el desprecio de Fred, y a la vez está halagada por las atenciones de Gordon, quien es sin dudas más comprensivo y considerado que su marido. Fred, por su parte, está deslumbrado por la princesa y plenamente convencido de que ésta aprecia sus cualidades mejor que Emily. Hacia el final de esta parte, ambos han separado sus caminos en forma aparentemente irremediable.-

Sin embargo, Emily es informada por Gordon de que la princesa es en realidad una estafadora, y entonces corre a rescatar a Fred. Éste primero reacciona con violencia, pero luego inmediatamente descubre la realidad, sin que exista una transición entre ambos estados. Arruinados pero reconciliados. Fred y Emily se embarcan nuevamente para volver a casa. Por causas desconocidas (Mr. Hitchcock se encogería de hombros y diría “¡Es sólo una película!”) el barco comienza a hundirse y es evacuado. La pareja queda atrapada y, convencido de que ha llegado el fin, Fred se muestra sensible y enamorado de su mujer por primera vez desde el comienzo de la película. A la mañana siguiente, nuestros protagonistas se dan cuenta de que pueden ponerse a salvo, y retornan algunas pinceladas de comedia. Son abordados por navegantes chinos que hacen caso omiso de su presencia y suben al barco de éstos junto con un gato negro que pudieron rescatar del naufragio. Más tarde una mujer embarazada les sirve la comida y Fred y Emily la devoran, agradecidos, para luego descubrir que acaban de engullir a su nuevo amigo felino. Finalmente, el matrimonio llega a casa y piensa en tener un bebé, aunque continúan con sus diferencias: todo ha vuelto a la normalidad.-

Estéticamente, esta película nos muestra a un director que continúa experimentando con el punto de vista subjetivo, llevado a su máxima expresión: como en sus películas anteriores, no sólo sitúa la cámara en el lugar del personaje que mira sino que asume su mirada, distorsionando la imagen de acuerdo a la emoción del sujeto. Asimismo, Mr. Hitchcock introduce intertítulos que separan las distintas secciones, al estilo de las películas mudas y por cierto que Rich and strange bien podría ser una película muda. No lo he comprobado, pero claramente podríamos comprender la trama si quitáramos el sonido del televisor. Algunas secuencias incluso carecen totalmente de diálogo o tienen parlamentos superfluos. Las escenas iniciales, que muestran a Fred saliendo de su trabajo y llegando a casa son un claro ejemplo de ello y, por cierto, una muy eficiente forma de presentarnos la historia y a su protagonista. Deseo hacer una brevísima mención a la escena en la cual Emily vuelve para advertir a Fred sobre la verdadera naturaleza de la princesa: Emily entra en la habitación y la princesa la ve por un pequeño espejo, tratándola como a un valet sólo para humillarla. Este recurso, que Mr. Hitchcock ya había utilizado en Blackmail no por repetido deja de ser hermoso y eficaz.-

En cuanto al uso del sonido también existen aquí y allá algunos experimentos, como por ejemplo el de la banda que pasa por debajo de la ventana que Fred abre y cierra tras ser abandonado por la princesa, pero en general no se destaca en esta película y en algunas secciones el sonido ambiente se interrumpe y reaparece sin motivo.-

Respecto a las actuaciones, Joan Barry me gusta mucho. Es quien dobló a Anny Ondra en Blackmail y por cierto me hubiera gustado verla en el rol protagónico en esa película. Aquí ofrece una interpretación muy delicada como esta esposa paciente ante los desplantes de su marido y emocionada frente al amor de un hombre a quien no puede corresponder. Como espectadora me pregunté varias veces a lo largo de la película por qué Emily continúa junto a su marido. Seguramente no lo vale, y creo que gran parte del problema de Rich and strange radica en su protagonista masculino. Henry Kendall no resulta eficaz y su personaje termina en desventaja frente a un rival como Percy Marmont, inclusive a pesar de que no podamos decir que éste sea un galán.-

En esta película nuevamente falta el cameo de Mr. Hitchcock, el cual no volverá sino hasta The man who knew too much (El hombre que sabía demasiado), de 1934…

Rich and strange no está editada en DVD en Argentina. Con buena calidad de imagen, sonido y subtítulos en español, completa un box set importado de tres discos junto con The ring, The Manxman, Murder! (Asesinato) y The skin game.-

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