Argumento: Dos familias se enfrentan en un ambiente rural. Los Hillcrist
(interpretados por C. V. France, Helen Haye y Jill Esmond, padre, madre e hija,
respectivamente) son acaudalados y han vivido en esas tierras durante
generaciones; y los Hornblower (Edmund Gwenn, John Longden, Frank Lawton y
Phyllis Konstam, padre, hijos y nuera) son industriales, se han hecho a sí
mismos y buscan expandir su negocio. La disputa principal se vincula con la
adquisición de unas tierras lindantes con la propiedad de los Hillcrist,
ofrecidas en una subasta. Ambos jefes de familia ofertan, hasta que el Sr.
Hornblower vence. La Sra. Hillcrist, entonces, extorsiona a Hornblower para que
le venda el terreno a cambio de no revelar un oscuro secreto de la nuera del
industrial. A pesar de ello, el secreto sale a la luz, empujando a la joven
mujer al suicidio. Finalmente, ambas familias quedan destruidas por las
consecuencias de su rivalidad.-
Esta película realmente no ofrece mayores puntos de interés… La historia
no es suficientemente interesante como para captar la atención del espectador y
las actuaciones son mayormente correctas, pero no memorables.-
Desde el punto de vista estético, abundan los planos largos, lo cual
permite que las actuaciones fluyan sin la interrupción del montaje. Se destaca
en particular la escena en la cual el Sr. Hornblower visita a los Hillcrist por
primera vez. Edmund Gwenn sostiene la acción, estando permanentemente en el
centro de la toma y alternando entre C. V. France y Helen Haye mientras juega
con unas monedas, en evidente alusión al tema en disputa. Asimismo, Mr.
Hitchcock vuelve a utilizar el recurso de la superposición de imágenes para
denotar el estado mental de los personajes en la sección en la cual la nuera de
Hornblower, Chloe, se desvanece al ver al hombre que puede arruinar su
felicidad.-
La escena de la subasta es sin dudas la mejor de la película. Comienza
en forma ligera, mientras el martillero abre el acto y su asistente lee las
condiciones de venta en voz demasiado baja. Ello le permite a Mr. Hitchcock
reemplazar un parlamento intrascendente y tedioso por un momento de comedia,
rematado por la expresión de satisfacción consigo mismo que podemos en el
rostro del asistente. Luego la tensión va en aumento a medida que el Sr. Hornblower
y Dawker (Edward Chapman), el representante del Sr. Hillcrist, ofertan. Algunos
parlamentos fueron introducidos para aclarar al público la situación, ya sea
explicando quién fue el último en ofertar o bien el código establecido entre
Dawker y el Sr. Hillcrist para que éste pueda indicar al primero cuándo dejar
de ofertar. Finalmente, la puja se resuelve en forma sorpresiva: la subasta es
ganada por un tercero que el Sr. Hillcrist identifica como representante del
Duque propietario del terreno lindante con el vendido, cuando en realidad se
trata de un comisionista del Sr. Hornblower. La Sra. Hillcrist decide entonces
jugar todas sus cartas y valerse de un hombre que conoce el pasado oculto de
Chloe.-
Con ello comienza la tercera parte de la película, que es también la más
difícil de sobrellevar. Desde un punto de vista moderno, el secreto de Chloe no
resulta tan terrible (era empleada como acompañante para que hombres casados
lograran acreditar “mala conducta” en juicios de divorcio) y hace que nos preguntemos
si, inclusive para 1931, los personajes no estarán exagerando sus reacciones.
Supongo que en un ambiente rural como éste, el pasado de Chloe era censurable
para familias como los Hillcrist que recuerdan en esto a los Whittaker de Easy virtue, pero uno esperaría un poco
más de comprensión en los Hornblower, quienes hasta ahora se mostraban menos
pretenciosos.-
Al igual que Murder! y que
tantas otras películas de Mr. Hitchcock, The
skin game está atravesada por la colisión entre diferentes clases sociales.
La Sra. Hillcrist hace gala de un desprecio absoluto por los Hornblower, a la
vez que se lamenta de que su rival pueda adquirir las tierras en disputa,
porque ello los dejaría sin comunicación con la propiedad del Duque. De hecho,
su desconsideración hacia Chloe es lo que desencadena la acción: el Sr.
Hornblower se compromete a no desalojar a los protegidos del Sr. Hillcrist si
su esposa presenta sus respetos a Chloe. Ante la negativa de la dama, el Sr.
Hornblower se obstina en comprar el último territorio lindante con la propiedad
de los Hillcrist que le faltaba para encerrarlos completamente. El Sr.
Hillcrist y su hija son menos snobs, aunque también tienen actitudes
criticables: el primero no tiene la voluntad suficiente como para evitar que su
esposa y Dawker destruyan a la familia rival y la segunda tiene buenas
intenciones, pero parece un tanto superficial (de hecho cuestiona a Dawker,
pero por los motivos equivocados, al decir que le parece “común”). Los
Hornblower por su parte, han hecho su fortuna gracias a su propio esfuerzo y
necesitan ampliar su propiedad para construir viviendas para los obreros, lo
cual habla de su interés por ellos. Sin embargo se muestran implacables y demasiado
deseosos por “encajar” en un medio social que los rechaza. A pesar de ello, son
los personajes que salen mejor parados y me arriesgo a decir que Mr. Hitchcock
tiene el corazón de su lado, a pesar de que son presentados como los villanos
que buscan destruir la naturaleza.-
En esta película Mr. Hitchcock no hizo su tradicional cameo, a pesar de
que bien podría haberse mezclado en un par de escenas... Supongo que por
aquellos días la tradición aún no se había arraigado lo suficiente como para
que el director la respetara estrictamente en cada película.-
The skin game no está editada en DVD en Argentina. Puede verse con buena calidad de
imagen, sonido y subtítulos en español en la versión que integra el box set importado de tres discos junto
con The ring, The Manxman, Murder! (Asesinato) y Rich
and strange (Lo mejor es lo malo conocido) más un breve documental sobre
los comienzos de la carrera de Mr. Hitchcock.-
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