lunes, 17 de marzo de 2014

The skin game – 1391



Argumento: Dos familias se enfrentan en un ambiente rural. Los Hillcrist (interpretados por C. V. France, Helen Haye y Jill Esmond, padre, madre e hija, respectivamente) son acaudalados y han vivido en esas tierras durante generaciones; y los Hornblower (Edmund Gwenn, John Longden, Frank Lawton y Phyllis Konstam, padre, hijos y nuera) son industriales, se han hecho a sí mismos y buscan expandir su negocio. La disputa principal se vincula con la adquisición de unas tierras lindantes con la propiedad de los Hillcrist, ofrecidas en una subasta. Ambos jefes de familia ofertan, hasta que el Sr. Hornblower vence. La Sra. Hillcrist, entonces, extorsiona a Hornblower para que le venda el terreno a cambio de no revelar un oscuro secreto de la nuera del industrial. A pesar de ello, el secreto sale a la luz, empujando a la joven mujer al suicidio. Finalmente, ambas familias quedan destruidas por las consecuencias de su rivalidad.-

Esta película realmente no ofrece mayores puntos de interés… La historia no es suficientemente interesante como para captar la atención del espectador y las actuaciones son mayormente correctas, pero no memorables.-

Desde el punto de vista estético, abundan los planos largos, lo cual permite que las actuaciones fluyan sin la interrupción del montaje. Se destaca en particular la escena en la cual el Sr. Hornblower visita a los Hillcrist por primera vez. Edmund Gwenn sostiene la acción, estando permanentemente en el centro de la toma y alternando entre C. V. France y Helen Haye mientras juega con unas monedas, en evidente alusión al tema en disputa. Asimismo, Mr. Hitchcock vuelve a utilizar el recurso de la superposición de imágenes para denotar el estado mental de los personajes en la sección en la cual la nuera de Hornblower, Chloe, se desvanece al ver al hombre que puede arruinar su felicidad.-


La escena de la subasta es sin dudas la mejor de la película. Comienza en forma ligera, mientras el martillero abre el acto y su asistente lee las condiciones de venta en voz demasiado baja. Ello le permite a Mr. Hitchcock reemplazar un parlamento intrascendente y tedioso por un momento de comedia, rematado por la expresión de satisfacción consigo mismo que podemos en el rostro del asistente. Luego la tensión va en aumento a medida que el Sr. Hornblower y Dawker (Edward Chapman), el representante del Sr. Hillcrist, ofertan. Algunos parlamentos fueron introducidos para aclarar al público la situación, ya sea explicando quién fue el último en ofertar o bien el código establecido entre Dawker y el Sr. Hillcrist para que éste pueda indicar al primero cuándo dejar de ofertar. Finalmente, la puja se resuelve en forma sorpresiva: la subasta es ganada por un tercero que el Sr. Hillcrist identifica como representante del Duque propietario del terreno lindante con el vendido, cuando en realidad se trata de un comisionista del Sr. Hornblower. La Sra. Hillcrist decide entonces jugar todas sus cartas y valerse de un hombre que conoce el pasado oculto de Chloe.-

Con ello comienza la tercera parte de la película, que es también la más difícil de sobrellevar. Desde un punto de vista moderno, el secreto de Chloe no resulta tan terrible (era empleada como acompañante para que hombres casados lograran acreditar “mala conducta” en juicios de divorcio) y hace que nos preguntemos si, inclusive para 1931, los personajes no estarán exagerando sus reacciones. Supongo que en un ambiente rural como éste, el pasado de Chloe era censurable para familias como los Hillcrist que recuerdan en esto a los Whittaker de Easy virtue, pero uno esperaría un poco más de comprensión en los Hornblower, quienes hasta ahora se mostraban menos pretenciosos.-

Al igual que Murder! y que tantas otras películas de Mr. Hitchcock, The skin game está atravesada por la colisión entre diferentes clases sociales. La Sra. Hillcrist hace gala de un desprecio absoluto por los Hornblower, a la vez que se lamenta de que su rival pueda adquirir las tierras en disputa, porque ello los dejaría sin comunicación con la propiedad del Duque. De hecho, su desconsideración hacia Chloe es lo que desencadena la acción: el Sr. Hornblower se compromete a no desalojar a los protegidos del Sr. Hillcrist si su esposa presenta sus respetos a Chloe. Ante la negativa de la dama, el Sr. Hornblower se obstina en comprar el último territorio lindante con la propiedad de los Hillcrist que le faltaba para encerrarlos completamente. El Sr. Hillcrist y su hija son menos snobs, aunque también tienen actitudes criticables: el primero no tiene la voluntad suficiente como para evitar que su esposa y Dawker destruyan a la familia rival y la segunda tiene buenas intenciones, pero parece un tanto superficial (de hecho cuestiona a Dawker, pero por los motivos equivocados, al decir que le parece “común”). Los Hornblower por su parte, han hecho su fortuna gracias a su propio esfuerzo y necesitan ampliar su propiedad para construir viviendas para los obreros, lo cual habla de su interés por ellos. Sin embargo se muestran implacables y demasiado deseosos por “encajar” en un medio social que los rechaza. A pesar de ello, son los personajes que salen mejor parados y me arriesgo a decir que Mr. Hitchcock tiene el corazón de su lado, a pesar de que son presentados como los villanos que buscan destruir la naturaleza.-

En esta película Mr. Hitchcock no hizo su tradicional cameo, a pesar de que bien podría haberse mezclado en un par de escenas... Supongo que por aquellos días la tradición aún no se había arraigado lo suficiente como para que el director la respetara estrictamente en cada película.-

The skin game no está editada en DVD en Argentina. Puede verse con buena calidad de imagen, sonido y subtítulos en español en la versión que integra el box set importado de tres discos junto con The ring, The Manxman, Murder! (Asesinato) y Rich and strange (Lo mejor es lo malo conocido) más un breve documental sobre los comienzos de la carrera de Mr. Hitchcock.-

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