Nota: esta es la última película filmada por Mr. Hitchcock y por lo tanto es la última entrada que publicaré en este blog. Sin embargo, no voy a despedirme sino a invitarlos a que me acompañen en una nueva aventura. A partir de hoy queda inaugurado mi nuevo blog de cine, “La chica del parasol blanco” (http://lachicadelpasarolblanco.blogspot.com.ar), que trae una pequeña sorpresa no cinematográfica, y espero verlos por allí. Finalmente, quiero agradecerles por leerme y hacerles saber que este blog permanecerá activo, así que si quieren pueden seguir leyendo mis entradas antiguas y dejarme sus comentarios. Serán valorados y contestados como siempre. Bet.-
Argumento: las vidas de dos parejas, Blanche (Barbara Harris) y George (Bruce Dern) - una falsa vidente y un taxista aspirante a actor - y Arthur (William Devane) y Fran (Karen Black) - dos secuestradores de alto vuelo - se cruzan fortuitamente cuando Blanche recibe el encargo de revelar un secreto de la primera infancia de Arthur.-
Como mencioné en mi entrada anterior, siento que la última película de Mr. Hitchcock es en verdad Frenzy (Frenesí), mientras que Family plot es una suerte de colofón. Se trata de una película ligera con algunos altibajos, bastantes puntos de interés y muchos más elementos hitchcockianos que los que aparecen a simple vista.-
El argumento recoge un antiguo tema de Mr. Hitchcock: la identidad. Por supuesto que Arthur es quien tiene los conflictos de identidad más evidentes. Nacido como hijo ilegítimo en el seno de la adinerada familia Rainbird, fue abandonado en manos de la familia Shoebridge para evitar el escándalo. En su adolescencia ideó el asesinato de sus padres adoptivos y asumió la identidad de Arthur Adamson, un elegante y despiadado joyero que en su tiempo libre secuestra personas a cambio de diamantes. Pero los restantes integrantes del cuarteto de protagonistas también participan del juego de sustituciones: Blanche finge ser una espiritista para ganarse la vida, George aspira a ser actor pero trabaja como taxista y ayuda a Blanche asumiendo diversos roles y Fran se disfraza para cobrar los rescates por cuenta del hombre al que ama. Ella me pareció especialmente interesante, su personaje tiene mucho de Judy de Vertigo (ambas son morochas que se transforman en estilizadas rubias de hielo para complacer a sus amados) pero también algo de Frances de To catch a thief (Para atrapar al ladrón) y de Marc de Marnie: al igual que ellos, se siente atraída sexualmente por el lado criminal de su pareja o tal vez sólo por el lado romántico de ese lado criminal, pues cuando llega la hora de lo peor Fran se resiste a continuar aunque accede a las órdenes de Arthur.-
Mr. Hitchcock aprovecha esta Trama macabra para hacer algunos comentarios sobre el amor y la religión. Ambas parejas tienen relaciones complejas y un tanto insatisfactorias para la parte femenina: Blanche demanda más sexo del que George puede darle (¡y tiene tanto apetito!, curiosamente en eso me recordó a Bruno Anthony de Strangers on a train - Pacto siniestro - pobre Blanche) y Fran no encontró en Arthur la estabilidad que buscaba sino un espejo en el cual le da miedo mirarse (hay aquí un eco de la joven Charlie de Shadow of a doubt - La sombra de una duda). La religión en esta película, por su parte, no ofrece consuelo y elevación del espíritu sino hipocresía y falta de compasión. Con ello Mr. Hitchcock pone el punto final a una reflexión muy antigua que viene por lo menos desde aquel granjero pretendidamente piadoso de Thirty-nine steps (Treinta y nueve escalones). Y sin embargo, el director tampoco parece poner demasiadas esperanzas en el mundo laico: los “buenos” en esta película, Blanche y George, no actúan impulsados por la solidaridad o el sentido de justicia sino por el dinero...
Otro tema habitual que regresa es el de la influencia de los muertos sobre los vivos y no sólo como parte del argumento sino también estéticamente. Todo el segundo acto, destinado en gran parte a la investigación de George, recuerda a Vertigo pero con una textura diferente: Dern evidentemente no es James Stewart (no transmite su emotividad) y esta vez Mr. Hitchcock evita usar los filtros de niebla que daban a Vertigo esa atmósfera de sueño.-
Visualmente, entonces, Family plot nos coloca de lleno en el plano de la realidad y por lo tanto el director recurre a un estilo convencional, eligiendo contar su historia a través de elementos más sutiles como el uso del color. Cuando comienza la película, Blanche recibe el encargo de buscar a Arthur de parte de la Sra. Rainbird y ambas están reunidas en una habitación decorada íntegramente en color rojo. A partir de allí, este color unirá a los personajes apareciendo en situaciones puntuales, como por ejemplo en la vestimenta o en la casa de Arthur, en el auto que George utiliza para sus investigaciones y en la sala en la cual Blanche realiza sus sesiones de espiritismo, y estando significativamente ausente en otras, tal como la joyería de Arthur en la cual éste esconde su verdadera identidad.-
Me doy cuenta de que estuve resaltando los aspectos más profundos de la trama, pero ello no significa que Family plot sea una película oscura o solemne. Por el contrario, está abordada en tono de comedia y la música de John Williams (la mejor colaboración que Mr. Hitchcock tuvo desde Bernard Herrmann) refuerza este punto de vista. Tal vez los segmentos a cargo de Devane y Black no enfaticen demasiado el humor (ambos encarnan personajes complejos y trastornados) y no me encanta el trabajo de Bruce Dern (aquí lo encuentro forzando un humor que debería fluir naturalmente), pero Barbara Harris está graciosícima como Madame Blanche y cumple a la perfección con el guiño de complicidad que el director, literalmente, nos regala en el final de la película.-
Para esta película (claro que él no sabía que sería la última) Mr. Hitchcock decidió hacer un cameo velado, aparece en silueta detrás de una puerta vidriada, bastante avanzada la historia en la escena en la cual George intenta obtener una copia de la partida de defunción del hijo de la familia Shoebridge.-
Trama macabra fue editada en DVD en Argentina bajo la “Colección Hitchcock” que tantas veces recomendé. Tiene excelente calidad de sonido, imagen y subtítulos en español y se completa con un documental subtitulado con testimonios de varios de los actores y técnicos que colaboraron en la realización de la película.-