Argumento:
Fred (Henry Kendall) y Emily Hill (Joan Barry), un joven matrimonio inglés,
recibe una importante suma de dinero y parte en un viaje marítimo, en busca de
aventuras. Una vez embarcados, ambos son atraídos hacia otras personas: Emily
es cortejada por el Sr. Gordon (Percy Marmont) mientras que Fred gana la
atención de una provocativa princesa (Betty Amann). Cuando sus aventuras
románticas fracasan y el dinero se ha acabado, Fred y Emily emprenden el camino
a casa en un barco que naufraga. Son rescatados por una embarcación china y
finalmente logran volver a Inglaterra.-
Esta
película está claramente dividida en tres partes. La primera es pura comedia:
Fred sufre una serie de peripecias en su regreso a casa desde el trabajo y
cuando piensa que está enfrascado en su frustración, recibe una suma de dinero
de parte de una tía acaudalada. La joven pareja se embarca rumbo a Francia,
descubre Paris, asiste asombrada a un espectáculo de cabaret y se embriaga.
Luego continúan viaje hacia Oriente. Fred sufre de mareos y Emily recibe los
galanteos inocentes de Gordon, mientras una solterona se empeña en reclamar la
atención de éste último.-
Una
vez que Fred se recupera, comienza la segunda parte de la película, que tiene
un tono diferente. Aquél comienza a coquetear abiertamente con la princesa,
empujando a Emily hacia los brazos de Gordon. La comedia ha quedado atrás y
abre paso al drama romántico. Emily sufre por el desprecio de Fred, y a la vez
está halagada por las atenciones de Gordon, quien es sin dudas más comprensivo
y considerado que su marido. Fred, por su parte, está deslumbrado por la
princesa y plenamente convencido de que ésta aprecia sus cualidades mejor que
Emily. Hacia el final de esta parte, ambos han separado sus caminos en forma
aparentemente irremediable.-
Sin
embargo, Emily es informada por Gordon de que la princesa es en realidad una
estafadora, y entonces corre a rescatar a Fred. Éste primero reacciona con
violencia, pero luego inmediatamente descubre la realidad, sin que exista una
transición entre ambos estados. Arruinados pero reconciliados. Fred y Emily se
embarcan nuevamente para volver a casa. Por causas desconocidas (Mr. Hitchcock
se encogería de hombros y diría “¡Es sólo una película!”) el barco comienza a
hundirse y es evacuado. La pareja queda atrapada y, convencido de que ha
llegado el fin, Fred se muestra sensible y enamorado de su mujer por primera
vez desde el comienzo de la película. A la mañana siguiente, nuestros
protagonistas se dan cuenta de que pueden ponerse a salvo, y retornan algunas
pinceladas de comedia. Son abordados por navegantes chinos que hacen caso omiso
de su presencia y suben al barco de éstos junto con un gato negro que pudieron
rescatar del naufragio. Más tarde una mujer embarazada les sirve la comida y
Fred y Emily la devoran, agradecidos, para luego descubrir que acaban de
engullir a su nuevo amigo felino. Finalmente, el matrimonio llega a casa y
piensa en tener un bebé, aunque continúan con sus diferencias: todo ha vuelto a
la normalidad.-
Estéticamente,
esta película nos muestra a un director que continúa experimentando con el
punto de vista subjetivo, llevado a su máxima expresión: como en sus películas
anteriores, no sólo sitúa la cámara en el lugar del personaje que mira sino que
asume su mirada, distorsionando la imagen de acuerdo a la emoción del sujeto.
Asimismo, Mr. Hitchcock introduce intertítulos que separan las distintas
secciones, al estilo de las películas mudas y por cierto que Rich and strange bien podría ser una
película muda. No lo he comprobado, pero claramente podríamos comprender la
trama si quitáramos el sonido del televisor. Algunas secuencias incluso carecen
totalmente de diálogo o tienen parlamentos superfluos. Las escenas iniciales,
que muestran a Fred saliendo de su trabajo y llegando a casa son un claro
ejemplo de ello y, por cierto, una muy eficiente forma de presentarnos la
historia y a su protagonista. Deseo hacer una brevísima mención a la escena en la cual Emily vuelve para advertir a Fred sobre la verdadera naturaleza de la princesa: Emily entra en la habitación y la princesa la ve por un pequeño espejo, tratándola como a un valet sólo para humillarla. Este recurso, que Mr. Hitchcock ya había utilizado en Blackmail no por repetido deja de ser hermoso y eficaz.-
En
cuanto al uso del sonido también existen aquí y allá algunos experimentos, como
por ejemplo el de la banda que pasa por debajo de la ventana que Fred abre y
cierra tras ser abandonado por la princesa, pero en general no se destaca en
esta película y en algunas secciones el sonido ambiente se interrumpe y
reaparece sin motivo.-
Respecto a las actuaciones, Joan Barry me gusta mucho. Es quien dobló a Anny
Ondra en Blackmail y por cierto me
hubiera gustado verla en el rol protagónico en esa película. Aquí ofrece una
interpretación muy delicada como esta esposa paciente ante los desplantes de su
marido y emocionada frente al amor de un hombre a quien no puede corresponder.
Como espectadora me pregunté varias veces a lo largo de la película por qué
Emily continúa junto a su marido. Seguramente no lo vale, y creo que gran parte
del problema de Rich and strange
radica en su protagonista masculino. Henry Kendall no resulta eficaz y su
personaje termina en desventaja frente a un rival como Percy Marmont, inclusive
a pesar de que no podamos decir que éste sea un galán.-
En
esta película nuevamente falta el cameo de Mr. Hitchcock, el cual no volverá
sino hasta The man who knew too much
(El hombre que sabía demasiado), de 1934…
Rich and strange no está editada en DVD en Argentina. Con buena calidad de imagen,
sonido y subtítulos en español, completa un box
set importado de tres discos junto con The
ring, The Manxman, Murder! (Asesinato)
y The skin game.-