domingo, 21 de febrero de 2016

Marnie (Marnie, la ladrona) - 1964


Argumento: Margaret “Marnie” Edgar (“Tippi” Hedren) roba casi U$S 10.000 de su empleador y se da a la fuga, estableciéndose en Filadelfia. Allí consigue trabajo en la empresa de Mark Rutland (Sean Connery), quien se obsesiona con ella. Luego de que Marnie intenta, sin éxito, dar un nuevo golpe Mark se casa con ella a base de extorsiones y descubre los profundos traumas psicológicos de su esposa.-
Marnie es una película difícil: despareja, con grandes y pequeños momentos, personajes complejos y no siempre agradables y un final ambiguo. En su momento fue un fracaso de taquilla y de crítica y es posible entender porqué: por un lado su estética puede parecer anticuada en comparación con otros films de mediados de los ‘60 y por el otro los seguidores más tradicionalistas debieron haberse escandalizado por su temática. Sin embargo, una vez que superamos el desconcierto inicial podemos ver que es un film tan hitchcockiano como cualquier otro, con su damisela en peligro, su triángulo romántico y su montaje meticuloso.-


Visualmente, Marnie tiene sus sinsabores. Del lado positivo, en medio de una película con tanto para explicar, Mr. Hitchcock logra muchos momentos de “cine puro” como decía el director. Excepto por unos cuantos detalles, toda la historia puede comprenderse perfectamente con sólo ver las imágenes. Y muchas de estas imágenes son memorables: la presentación de Marnie, digna de una estrella; el robo en Rutland (¡brillante!); la escena de la violación; y el flashback final. Además, el director se vale de un montaje y de movimientos de cámara todos ellos muy elaborados y que recuerdan a los mejores momentos de su carrera: abundan los detalles de llaves, manos y pies, los travellings que vinculan a distintos personajes, como aquel del comienzo del segundo acto que nos muestra a Marnie mirando la caja fuerte mientras es observada por Mark (cada uno concentrado en su objeto de deseo) o el que nos planta cara a cara con el Sr. Strutt (Martin Gabel), el empleador anterior de Marnie, cuando éste llega a la fiesta brindada por Mark para presentar en sociedad a su nueva esposa. Finalmente, resulta interesante ver cómo Mr. Hitchcock refleja las relaciones de poder entre los personajes a través de distintos ángulos de cámara que los presentan a veces como gigantes y otras como penitentes y cómo se vale de la iluminación para plasmar las ambivalencias morales de los personajes, sobre todo en la escena de la violación en la cual tanto Marnie como Mark tienen sus rostros mitad en sombras, mitad iluminados, y es que ambos tienen notas positivas y negativas por igual.-
Del lado negativo, las proyecciones traseras y los escenarios pintados en estudio dejan bastante que desear. Algunos críticos señalan que la evidente artificialidad de los decorados es un elemento expresionista y llegan a afirmar que aquel a quien no le gusta ese aspecto, en realidad no comprende la obra de Mr. Hitchcock. Bueno… sea como fuere a mí no me gustan.-


Lo que sí me gusta y mucho es la estructura de la película. Desde el mismísimo comienzo los títulos nos advierten que esta historia puede parecer un cuento de princesas pero no lo es: la música de Bernard Herrmann, tensa y electrizante, nos alerta sobre ello. El primer acto, de 25 minutos de duración, presenta todos los aspectos del argumento que necesitamos saber: la tendencia delictiva de Marnie, su amor por su caballo Forio, sus múltiples personalidades, sus conflictos con su madre (Louise Latham), su repulsión por el color rojo y su rechazo hacia los hombres; el descubrimiento de Mark de la identidad de Marnie y su relación con su cuñada Lil (Diane Baker); la ubicación de las llaves del cajón que esconde la combinación de la caja fuerte en la empresa de Mark… toda esta información nos es brindada con naturalidad y fluidez lo cual nos permite adentrarnos en el universo de pesadilla de Marnie. Ello deja el resto de la película libre para el desarrollo de los conflictos y para la resolución del misterio en el final.-
Las actuaciones en Marnie son brillantes. “Tippi” Hedren está realmente a la altura, sobre todo en aquellos momentos en los cuales sus traumas de la infancia asoman e imposta su voz en un tono mucho más alto que el habitual, más bajo y sosegado. Tal vez sobreactúe un poco sus reacciones de pánico ante el color rojo y las tormentas, lo cual me resultó más visible en la escena en la que mancha su camisa con tinta, en aquella romántica en la oficina de Mark y en el final de la sesión de psicoanálisis improvisada, pero siendo instantes aislados se le perdonan fácilmente. Sean Connery, entre una película de James Bond y la siguiente, derrama atractivo y “bestialidad” (en las palabras de M. Truffaut) en la piel de un personaje que en teoría no es tan agradable. De hecho Mark sale a la caza de Marnie, se aprovecha de sus fobias, la extorsiona y luego la viola durante la luna de miel. ¡Debe ser el peor de todos los héroes hitchcockianos! Y sin embargo… En el documental incluido en el DVD, Evan Hunter (primer guionista contratado) explica cómo intentó eliminar la escena de la violación por parecerle impropio del héroe tener esa actitud frente a su esposa cuando ve que ella está realmente perturbada, lo cual le valió ser despedido y reemplazado por Jay Presson Allen. Ella no tuvo tantos reparos y entendió que Mark sería redimido por el carisma de estrella de Connery. Y (seguramente lo que voy a decir a continuación sea algo horrible) tenía razón: como espectadora lo perdono, así como perdono a Marnie por ser una ladrona mucho antes de conocer el motivo por el cual es así, y es que el director y los actores nos muestran los personajes de una forma tal que logran ponernos de su lado. Para el final de la película Mark hizo tantos esfuerzos por ayudar a Marnie a descubrir la verdad que ya no recordamos sus errores del pasado… 


El tercer lado del triángulo amoroso es representado por Diane Baker y mientras varios señalan en el documental que originalmente debió haber un segundo hombre interesado en Marnie yo creo que su personaje cumple una función esencial: ¿quién más sino ella podría intentar desenmascarar a Marnie? Un pretendiente no hubiera descubierto la existencia de la madre o del Sr. Strutt o indagado sobre los gastos extraordinarios que Mark debe hacer para encubrir los robos de Marnie o para comprarle un anillo de bodas que “nunca hubiera pertenecido a nadie antes” (el mejor regalo para contener a una mujer que tiende a apropiarse de lo ajeno). En mi opinión ese es el motivo para la inclusión de Lil en el guión, además de que probablemente no hubiera habido tiempo en la pantalla para hacer que un segundo hombre se enamorara de una mujer que detesta a los hombres (un obsesionado con una mujer que lo rechaza permanentemente ya es suficiente). Baker, por su parte, aporta una presencia bastante relajada, dejando los desbordes a Hedren. Finalmente, está Louise Latham, tan talentosa en su interpretación (ella misma interpreta a la Sra. Edgar en el flashback y, maquillaje mediante, en el tiempo actual veinte años después) y componiendo la más compleja de las madres hitchcockianas, una afectada por verdaderas tragedias del pasado y no por simples peculiaridades de su carácter (en general las madres “buenas” son las que han sufrido - como Lady Horfield en The Paradine case - mientras que las madres “malas” son sólo eso).-
El cameo de Mr. Hitchcock puede verse en las primeras escenas de la película, se cruza con una Marnie morocha en los pasillos del hotel y mira significativamente hacia la cámara.-
Marnie fue editada en DVD como parte de la “Colección Alfred Hitchcock” que no me canso de recomendar, con excelente calidad de imagen y sonido, muy buenos subtítulos en español y un interesantísimo documental que también está subtitulado.-

martes, 9 de febrero de 2016

The birds (Los pájaros) - 1963


Argumento: Melanie Daniels (“Tippi” Hedren) viaja desde San Francisco hasta Bahía Bodega tras los pasos de Mitch Brenner (Rod Taylor), un joven abogado a quien acaba de conocer. Una vez allí se encuentra con que las aves del pequeño pueblo costero cometen ataques inexplicables y salvajes contra los pobladores.-
Si pusiera un subtítulo a esta entrada, bien podría ser “reconciliándome con Los pájaros”. Sin ser una de mis favoritas (lejos está de ello) debo decir que en esta oportunidad encontré puntos de interés que antes había pasado por alto.-


En este caso, la película sigue una trayectoria inversa a la de Psycho (Psicosis), comentada en la entrada anterior. Allí donde ésta decaía luego de la primera hora, Los pájaros genera más interés a medida que avanza y una vez que superamos el comienzo un poco lento. El primer acto de la película nos ubica en un tono de comedia romántica: luego de un encuentro casual entre Melanie y Mitch en una tienda de pájaros (un verdadero “meet cute” al estilo de las screwball comedy de los años ‘40), ella se embarca en un intrincado plan para dejar un par de tórtolas en la casa de la madre de Mitch (Jessica Tandy) en Bahía Bodega como regalo de cumpleaños para la hermana menor de éste, Cathy (Veronica Cartwright). Todo este segmento, dominado por la presencia superficial y gélida de Melanie no funciona muy bien, todo es demasiado forzado para mi gusto pero afortunadamente mejora en cuanto la protagonista es golpeada por una gaviota que se lanza sobre ella, una pequeña muestra de lo que vendrá a continuación. A partir de allí Melanie sufrirá y presenciará ataques cada vez más virulentos y en ese tránsito redefinirá su personalidad, emergiendo como una mujer más sensata y capaz de amar (en esto recuerda a otros héroes hitchcockianos, especialmente a Roger Thornhill de North by northwest - Intriga internacional, Con la muerte en los talones, cuya dignidad es cada vez más atacada mientras descubre su verdadera valía).-
Otro aspecto interesante, en cuanto a los personajes, es que Mr. Hitchcock recupera su inclinación a utilizar la profesión de los mismos con fines dramáticos. Es este caso, Mitch es un abogado y suele conducirse como tal. Cuando habla con Melanie en las primeras escenas, casi la interroga como a un testigo. Más aún, en la escena posterior a la cena en casa de los Brenner, Melanie está sentada en su auto descapotable y Mitch, de pie junto a ella, se conduce como lo haría un fiscal frente al acusado de un delito. Pero esta escena es también un eco de aquella de la confesión de Frances a Robie en To catch a thief (Para atrapar al ladrón): por primera vez Melanie se muestra vulnerable, su coraza empieza a resquebrajarse. Volviendo a Mitch, no es casual que sea abogado - una profesión identificada con el equilibrio y el orden - en una película protagonizada por el símbolo hitchcockiano de caos por excelencia: los pájaros. A través de una película que parece no significar demasiado, Mr. Hitchcock intenta decirnos que nuestras pequeñas vidas ordenadas y civilizadas (la imagen de las tazas de té rotas, símbolo de urbanidad, se reitera durante los ataques de los pájaros) pueden tambalear en un instante por la amenaza más inesperada y cercana. En efecto, tal como el director explicó a M. Truffaut, lo que le atrajo de la historia es que los ataques provienen de aves “comunes”, no buitres o aves de presa.-


En cuanto a los aspectos visuales de la película, me gustó particularmente la forma en la que Mr. Hitchcock aprovechó el formato de pantalla ancha para brindar una composición del cuadro un poco más compleja. Ello puede verse especialmente en las escenas en las que Melanie se suma a los Brenner para cenar: en estas escenas el director coloca a los actores en varios planos de profundidad, haciendo diferentes acciones o manteniendo diálogos superpuestos. Los pájaros, además, es una obra maestra del montaje y del fuera de campo. La escena en la cual la casa de Mitch es atacada por pájaros que no vemos es magistral y un mérito de sus actores. Y la escena previa a que los niños sean asediados frente a la escuela es un ejemplo de manipulación del tiempo: mientras Melanie espera fumando un cigarrillo y los niños cantan una canción infantil interminable una bandada de cuervos se congrega. La escena en sí misma no es demasiado larga pero la tensión se acumula por la monotonía de la canción y la espera a que algo suceda. Por otro lado, Mr. Hitchcock vuelve a utilizar los planos subjetivos para lograr que el espectador se convierta en dos personajes a la vez, puntualmente en la escena en la que Melanie abofetea a una madre de familia histérica que la acusa de ser la causante del comportamiento agresivo de los pájaros.-


En medio de tanto despliegue con pájaros entrenados, pájaros mecánicos y pájaros insertados en posproducción es fácil perder de vista que las actuaciones en esta película son verdaderamente excelentes. No soy una gran admiradora de “Tippi” Hedren y durante la primera parte de la película me saca de quicio, pero supongo que eso es un mérito de su actuación, Melanie es un poco insoportable. A medida que avanza la película, su personaje mejora y también lo hace su actuación. Rod Taylor me sorprendió agradablemente, nunca me había gustado pero ahora noté lo natural y efectivo que es, sobre todo para las escenas de mayor acción (y bastante apuesto, debo decir). Lo mismo pienso sobre Jessica Tandy, quien maneja con mucha sutileza el papel de madre posesiva y vulnerable, y sobre la joven Veronica Cartwright (a veces la actuación de los niños es exagerada pero ella aquí está bastante bien. Finalmente, está Suzanne Pleshette en el rol de la maestra de escuela eternamente enamorada de Mitch que se sacrifica para salvar a Cathy, quien no aparece demasiado pero deja un par de escenas de mucha intensidad.-
El cameo de Mr. Hitchcock puede verse a poco de empezada la película, se cruza con Melanie en la puerta de la tienda de pájaros.-
Los pájaros fue editada en DVD en Argentina como parte integrante de la “Colección Hitchcock” (otros títulos disponibles, editados en forma individual, son Saboteur – Saboteador – Shadow of a doubt – La sombra de una duda – Rope – La soga – y Vertigo – Vértigo – entre otros). La calidad de la imagen y el sonido es excelente y los subtítulos en español son muy buenos. El DVD viene con un documental sobre la creación de la película.-